No se como empezar a escribir esto asi que solo lo hare. Cada vez se aleja mas, se aleja, el timepo, tan dificil, tan liquido, a veces siento que se me sale de las manos su naturaleza, de la que solo puede extraer un 1% o quiza menos. Era de esperarse que sobreviniera una nostalgia supremamente desagradable luego de mi cumpleaños. Y es que eso que digo sobre el tiempo es precisamente al respecto. Se dilata solo para volverme loco, volverme loco es dificil de escribir, es casi como dar un paso grandisimo hacia adelante. En fin! El timepo, no se porque añoro el pasado, siento que cada vez se aleja mas, como aquellos momentos en que uno cree haber visto en la calle a Gerard Butler, pero al haber sido un
glance, la mirada desinteresada siguio su camino, y ya en el momento en que iremediablemente caemos en cuenta de que en twitter vimos que Gerard Butler vendria a pasar el fin de semana en Chía (la mas fantastica de las suposiciones fantásticas) y que seguramente se ahbria hospedado alli cerca de donde lo vimos porque no hay anda interesante para conocer en Chía salvo las cuatro paredes del cuarto de hotel y la esposa internacionalmente deseada. Bueno, tanta mierda para decir que es lo mismo, es como saber que me he perdido de algo que no vi y que en el preciso momento en que estaba viviendolo, no lo comprendia. Pero a la final nunca comprendo nada de nada; esa es la gracia. Es algo tan grande que mis pequeñisimos ojos, mas pequeños que los de cualquier japones (no tiene nada que ver su alusion al terremoto (creo)), llenos de limon y de sangre, no alcanzan siquiera a cubrir el 10% de lo que se erige ante mi, esa fecha terrible del 19 de marzo de todos los años. Es tan grande que, como le acabo de decir a Juanito, me abruma y me sobrecoge. Al final soy un gran gay, y aunque aceptar que el hecho de que solo 8 personas me hubieran felicitado por feisbuk tuvo repercusiones que nunca imagine, lo mas preocupante es que siento que el calendario de 2011 venia mundialmente asi: 17 jueves, 18 viernes, 20 domingo, 21, lunes... Queda mucho. No se sabe nada. Vive. Porque no puedo ser simplemente un camarón?
Cuando Manuel Núñez se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso crustaceo. Estaba tumbado sobre su espalda dura, y en forma de caparazón y, al levantar un poco la cabeza veía un vientre curvado, rojizo, dividido por partes duras en forma de arco, sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo. Sus muchas patas, ridículamente pequeñas en comparación con el resto de su tamaño, le vibraban desamparadas ante los ojos.
«¿Qué me ha ocurrido?», pensó. «¿El blog tiene poderes? Jueputa, el ensayo sobre Cortázar!»
No hay comentarios:
Publicar un comentario