Por alguna razón que hasta ahora desconozco, amanecí en el sol. Si me hubiera sido posible sondear en lo fantastico, no me hubiera entonces parecido tan descabellado asi como un amigo sueña que un profesor se rapa y el profe se rapa. Mi cuerpo respondio hoy tan bien, tan querido el, dejandose vestir tan entregadamente, sin desaire o rebelion alguna, y por eso mismo el calor no me impidio caminar hasta la casa. Pero ya a un potrero alejado me acercaba cuando se me ocurrio mirar al cielo, creo que por esa melancolia de ya no verlo de la misma forma, como si de repente fuera a revelarseme como en los años ya pasados, tan sereno, casi anunciando un dia maravilloso. El cielo-la cama-el cielo, o el cielo-elcamarote-elcielo (se me ocurre el vino y la sal, y aca empieza), el cielo...si....lo mire y todo se alineo. Y fue el cuadro, el cuadro, el cuadro ams que la foto, mas que la toma o la descripcio, fue el cuadro, el cuadro subiendo la desvencijada escalera de madera y arena, el cuadro colgado en la pared que estaba junto al frente de donde lo escupiria la escalera, el Cielo de Toscana. Pero que voy a saber yo que nunca he ido a Toscana, que sueño con ir a Ventaquemada a agotar todos los piqueteaderos con mi estomago , yo que vivo para tener mas pelos en la cara, para mirar el cielo, pero no para ir a Toscana. Pero ahi estaba, y no soy quien para decir que era Helsinki o Ginebra. Era Toscana, y fui un italiano con un pan en la mano y una mujer a su lado, fui los techos blancos que apuntan al mar, las callejuelas pequeñas y ladeadas, desafiantes a la geometría.
Y luego hijueputa me faltan diez minutos y tengo sed y ganas de cagar!!!!!!!!!!!!!!! Si supiera que en Toscana hay 5 baños publicos por cada 1 en Chía, o quizá no baños, sino gente mas afable, que huele a sal y mar y vamos a perdernos a esa isla pequeña que se ve allaaaaa.
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